En 1913 el artista futurista Luigi Russolo (1885–1947) publicó el manifiesto L'arte dei rumori, postulando la creación de un nuevo arte: el arte de los ruidos, que debía reflejar el entorno sonoro propio del comienzo del siglo 20, dominado por el ruido.
Para ello diseñó un conjunto de instrumentos denominados intonarumori, dispositivos mecánicos que generaban distintos tipos de ruido, permitiendo controlar su dinámica y su altura.