Proyecto Paisaje Sonoro Uruguay

Presentación del Proyecto

(*)

Daniel Maggiolo


introducción

Paisaje Sonoro Uruguay es un proyecto que ha comenzado a desarrollarse dentro del estudio de Música electroacústica de la Escuela Universitaria de Música, de la Universidad de la República de Montevideo, Uruguay. Actualmente el proyecto cuanta con el apoyo de la Comisión Sectorial de Investigación Científica de la Universidad.

Recientemente se ha conformado un Grupo de Trabajo Paisaje Sonoro integrado por docentes y estudiantes de la Escuela Universitaria de Música, que colaborará en la realización del proyecto.

El proyecto se inscribe en el marco de las investigaciones acerca del medio ambiente acústico y del impacto del desarrollo tecnológico sobre él, que fueran iniciadas por R. Murray Schafer en los años 60 del siglo pasado en la Universidad Simon Fraser de Canadá, con el agregado que el trabajo continuo, sostenido y cada vez más extendido de estas últimas décadas ha incorporado a la preocupación original.

El objetivo principal del proyecto es investigar el paisaje sonoro uruguayo y sus contenidos de información. El paisaje sonoro es característico de la comunidad que lo genera, a la vez que la condiciona. Se trata de un fenómeno dinámico, sumamente sensible a las variaciones temporales o espaciales. Se transforma en la misma medida en que se transforma la comunidad a la cual está asociado.

El proyecto parte de la base de que el ser humano mantiene una relación dialéctica a la vez funcional y estética con la realidad en la que está inmerso.

Desde un punto de vista funcional, el paisaje sonoro contiene un caudal de información que está siendo desaprovechado por el ser humano. La predominancia de lo visual en nuestra cultura es tal que cada vez retraemos más nuestro intercambio con el mundo exterior a través del sistema auditivo. Esto se traduce en un deterioro general de la capacidad de audición del individuo. Un mayor aprovechamiento de la información sonora presente en la realidad podría resultar en una mejora de la calidad de vida para los seres humanos.

Por otra parte, desde el punto de vista estético, el individuo también juzgará el entorno sonoro en el que está inmerso según éste le resulte agradable o no. El desarrollo desordenado y no planificado del paisaje sonoro, con la consecuente contaminación acústica, hace que cada vez más personas rechacen el entorno sonoro en el que habitan, buscando incluso mecanismos para aislarse de él. La planificación y diseño del paisaje sonoro puede contribuir a que el mismo se desarrolle de manera estéticamente agradable y acorde con las necesidades del ser humano.

Dentro de este contexto general, el proyecto impulsa dos líneas de trabajo paralelas y complementarias: una línea de investigación del paisaje sonoro y otra línea de creación artística con paisajes sonoros.


investigación

La línea de investigación del paisaje sonoro tiene tres componentes básicas:


documentación

El paisaje sonoro es un reflejo de la comunidad que lo genera. En tal sentido la caracteriza y define. Tal como sucede con la comunidad, el paisaje sonoro se modifica junto con las transformaciones que sufre esa comunidad, ya sea en la dimensión espacial como en la temporal.

La evolución de las comunidades hace que paisajes sonoros característicos de ciertos lugares y de ciertos momentos históricos desaparezcan sin dejar rastros. La fotografía nos ha permitido observar cómo era el paisaje de un lugar determinado en un momento histórico determinado, conservando al menos una imagen del mismo. Los paisajes sonoros desaparecieron y sólo podemos tratar de imaginarlos.

Es en tal entendido que el proyecto pretende generar un archivo con paisajes sonoros característicos de distintos lugares de nuestro país, comenzando por la ciudad en que residimos, Montevideo. La conservación de estos registros fonográficos contribuirá a preservar una de las componentes de la identidad cultural de nuestro pueblo, permitiendo a generaciones futuras la posibilidad de conocer y estudiar también ese aspecto, característico de este momento histórico y de esta comunidad.

Somos conscientes que el registro fonográfico de un paisaje sonoro implica siempre una distorsión del mismo, en tanto que el micrófono funciona como un instrumento que se concentrará en uno u otro aspecto del paisaje sonoro, resaltándolo o poniéndolo quizás en un plano secundario. Evidentemente, en la medida en que los integrantes de este grupo de trabajo somos quienes manejamos el micrófono, somos nosotros mismos los responsables directos de esa deformación del paisaje sonoro en el momento de realizar su registro.


análisis

El análisis del paisaje sonoro es la consecuencia inmediata de la documentación. El análisis pretende descubrir las características principales del paisaje sonoro uruguayo, sus contenidos de información, con el objetivo de extraer conclusiones que pudieran marcar caminos, pautas o recomendaciones en la labor de diseño acústico, concepto que aún no tiene mayor consolidación en nuestro país.

De las múltiples aproximaciones analíticas posibles, para esta etapa hemos escogido cuatro que son obviamente complementarias. El análisis final se hará comparando y complementando los resultados obtenidos a partir de las cuatro metodologías aplicadas.

Una primera aproximación descriptiva apunta a traducir en palabras las componentes sonoras de un entorno. Se pretende que la descripción abarque tanto a las fuentes sonoras como a los sonidos mismos. Las dificultades que plantea el intento de traducir fenómenos sonoros en palabras no anula esta aproximación. Sabemos las dificultades para manejar las palabras y la diversidad de significados que puede generar cada una de ellas en diversos individuos.

Una segunda aproximación acústica caracteriza al paisaje sonoro como un fenómeno de intercambio de energía, a través de las variaciones de presión en el aire, que nuestro oído direcciona al cerebro hasta producir algún tipo de sensación. En este enfoque pretendemos estudiar el desarrollo de las variaciones de energía del paisaje sonoro no sólo en el dominio del tiempo sino también en el de la frecuencia.

Una tercera aproximación, que podemos llamar psicológica-estética, pretende estudiar las diversas reacciones que produce un paisaje sonoro sobre diferentes individuos, o incluso eventualmente sobre un mismo individuo pero en contextos diferentes.

Finalmente, una aproximación de carácter comunicacional -tal como lo propusiera Barry Truax-, en la cual la unidad básica es la información. El sonido es un intermediario en la relación entre el individuo y el entorno. La información está ubicada en el centro del proceso, de manera tal que el ejercicio de la influencia puede realizarse en ambas direcciones, tanto desde el individuo sobre el entorno, como desde el entorno sobre el individuo. Esta aproximación pone en relevancia la noción de contexto, en el sentido de que la información sonora depende tanto de la naturaleza misma del sonido como del contexto en el que se ubica.

La componente documentación va a permitir -en un futuro- una aproximación metodológica adicional, como lo es el análisis comparativo. Ello permitirá estudiar un mismo paisaje sonoro en momentos distintos de tiempo y detectar su evolución o desarrollo.


educación

Como mencionáramos anteriormente, la predominancia de lo visual en nuestro intercambio con el mundo exterior tiene por consecuencia un deterioro cada vez mayor, no sólo de los hábitos, sino también de la capacidad de audición del ser humano. Más aún, podríamos afirmar que el individuo desarrolla hábitos auditivos perjudiciales.

Uno de los mecanismos claves para revertir este proceso es la educación. Una tarea nada fácil si se tiene en cuenta que se debería comenzar por desarticular los mencionados hábitos perjudiciales, antes de formar y desarrollar nuevas capacidades auditivas en el individuo. En tal sentido, es conveniente y recomendable que la educación de hábitos auditivos apropiados en el individuo comience a la menor edad posible.

En esta primera fase del proyecto nos hemos planteado recurrir a dos tipos de ejercicios, más un tercero que resulta de la combinación de los dos primeros.

El primer tipo de ejercicio es la audición activada. El mismo consiste en ubicar a un individuo en una situación particular en la cual se le presentará un paisaje sonoro. Esta descontextualización -una especie de situación de laboratorio- contribuirá a que el individuo concentre su esfuerzo en la audición del paisaje sonoro con el cual se lo confronta, tratando de superar la percepción primaria de las capas más superficiales del mismo. Eventualmente la presentación del paisaje sonoro puede repetirse generando las condiciones para aumentar la profundización auditiva deseada.

El otro tipo de ejercicio es el que se conoce como paseo sonoro. El mismo consiste en desplazarse por un lugar -preferente, pero no necesariamente conocido- con la expresa intención de obtener la mayor cantidad de información sonora de ese lugar, estimulando por consiguiente la concentración en el proceso auditivo. Eventualmente el ejercicio también puede funcionar aún cuando no exista un desplazamiento físico, siempre que se logre el estado de concentración mencionado.

La combinación de ambos ejercicios consiste en realizar un registro fonográfico del paseo sonoro con el objetivo de escucharlo posteriormente en la “situación de laboratorio” mencionada anteriormente. De esta manera es también posible comparar lo que se percibió en el momento del paseo sonoro con lo que se percibe en momentos de una audición activada, e incluso reiterada.

Además de desarrollar la capacidad de audición del ser humano y modificar sus hábitos auditivos, el otro objetivo principal de la componente educación es elevar el grado de conciencia del individuo del entorno sonoro en el que está inmerso. Sólo elevando ese grado de conciencia del paisaje sonoro el individuo podrá reconocerse como consumidor, pero también como productor del paisaje sonoro que lo rodea. De esta manera se sientan las bases para que el individuo actúe de manera más consciente y responsable sobre el entorno sonoro, contribuyendo a que el mismo esté cada vez más balanceado y sea, en definitiva, cada vez más agradable.

La elaboración de mapas sonoros –perfectamente complementarios de los mapas acústicos- puede ser una componente adicional en el proceso de conocimiento y toma de conciencia del paisaje sonoro de un lugar determinado. También puede ser un aporte en el proceso de aprendizaje de que el paisaje sonoro puede ser disfrutable, y disfrutado.


creación

El proyecto también impulsa una línea de trabajo enmarcada en el campo de la creación musical, como es la composición con paisajes sonoros.

La composición con paisajes sonoros se inscribe fundamental aunque no exclusivamente en el campo de la producción musical electroacústica. Más allá de experiencias puntuales anteriores, la música electroacústica adquiere una consolidación y expansión a partir de la segunda mitad de los años 40 del siglo pasado, como consecuencia de las necesidades planteadas por los creadores de acceder a conformaciones tímbricas que trascendieran las disponibles hasta el momento, y del desarrollo científico y tecnológico que permitía satisfacer esas necesidades.

La música electroacústica ha tenido dos fuentes principales de materiales de partida para la composición, los sonidos existentes y los sonidos generados sintéticamente. Si bien la composición con paisajes sonoros tiene un vínculo innegable con la música que parte de sonidos ya existentes, mantiene una diferencia fundamental con la referencia más directa de esa música, que fue lo que Pierre Schaeffer llamó música concreta.

La llamada música concreta postulaba que un sonido debía ser aislado y despojado de toda posible contextualización para adquirir la categoría de objeto sonoro, y por lo tanto estar apto para ser utilizado en una composición musical. Contrariamente la composición con paisajes sonoros se basa en la posibilidad de contextualizar los sonidos que aparecen en la obra musical. En palabras de Barry Truax, la composición con paisajes sonoros está caracterizada por “... la presencia de sonidos y contextos ambientales reconocibles, que tienen el propósito de invocar asociaciones, memorias y la imaginación del oyente relacionada con el paisaje sonoro”.

Pueden detectarse dos grandes corrientes en la composición con paisajes sonoros en el campo de la música electroacústica. Una primera corriente presenta los paisajes sonoros tal y cual fueran registrados. Quienes trabajan en esta línea pretenden que el registro y audición de paisajes sonoros se convierta en un arte en sí mismo, como en su momento lo hizo la fotografía. A lo sumo estos creadores modifican el comienzo y el final del fragmento del paisaje sonoro presentado, eventualmente la transición de uno a otro.

Por otro lado están quienes toman paisajes sonoros como punto de partida y como centro conductor de sus composiciones, pero los mezclan, procesan, modifican e incluso combinan con otros sonidos, sean estos sintéticos, la voz humana o producidos por instrumentos musicales acústicos. Los sonidos se organizan según criterios musicales.

Puede mencionarse una tercera corriente que no necesariamente está inscrita en el campo de la música electroacústica, y que consiste en disponer la interpretación de una obra musical en un entorno determinado, de manera tal que los sonidos de ese paisaje sonoro se integren a la composición musical. Un ejemplo extremo de esta tendencia podría ser la obra 4’33” de John Cage.

La composición con paisajes sonoros apela de manera consciente a la función social de la música. Esta línea -la creativa- del proyecto tiene como uno de sus objetivos fomentar la creación musical, investigando las posibilidades de la composición musical electroacústica con paisajes sonoros. Pero adicionalmente espera determinar en qué medida la composición con paisajes sonoros es capaz de contribuir a elevar el grado de conciencia del individuo del paisaje sonoro que consume pero también produce. En definitiva en qué medida la música puede contribuir a desarrollar la conciencia social de un individuo y de una comunidad toda.


final

Paisaje Sonoro en Uruguay es un proyecto que ha comenzado a funcionar en la Escuela Universitaria de Música. No obstante el Grupo de Trabajo Paisaje Sonoro aspira a que la relevancia del tema pueda ser reconocida por espectros más amplios de la comunidad universitaria, de forma de poder abordar de manera interdisciplinaria un conjunto de temáticas íntimamente relacionadas con el problema del paisaje sonoro, como son las componentes de la salud física y psicológica, arquitectónicas, legales, sociales, ecológicas, por mencionar sólo algunas posibles.

Entre ellas, naturalmente, el estudio del ruido urbano y el diseño de medidas destinadas a combatirlo o eventualmente a diseñarlo, son una componente de estrecha ligazón en el proceso de desentrañar esa relación dialéctica tanto funcional como estética que el individuo mantiene con la realidad que lo rodea, en este caso particular, con el paisaje sonoro.


(*) Ponencia presentada en:
Cuarta Jornada Regional Sobre Ruido Urbano
Montevideo, julio del 2001
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Fecha: mayo 2004
http://www.eumus.edu.uy/ps/proyectos/jornadasruido.html